Te preguntas donde comprar el valor, para rosearlo alrededor de tu suerte.
Afuera el sol pintada los destellos de una declaración ke se avecinaba resplandeciente
El remedio lo encontraste una noche; no lo niego. Cuánto nos gustaba esa sensación de adornar los espejos compartiendo miradas.
Había llegado el día anhelado, apresurado de tanto pedirlo. Eso quería(mos) ke se quebrará el silencio.
Tu mirada afanosa me lo confesó todo. Soy tramposa, yo callé.
Como un reloj de arena, me escurro y me deposito de cielo en cielo
¿Cómo agarrar tu mano?
…Si la mía sigue atada a la del príncipe del